viernes, 17 de mayo de 2013


Madre





Me enseñaste que se mira
Pero no con ojos
Me enseñaste de rosas
Pero con espinas
Que tañen las manos
Como de Gabrielas   
Como de Alfonsinas
Visitando el mar
En su  bautismo
Baño Visceral.
Me enseñaste de un seminarista
De bello mirar
Al que una salmantina
De rubios cabellos
No pudo olvidar.

Me enseñaste el canto de la libertad
Aquella del alma, y mil cosas más.
Me enseñaste de mares azules
En los que Neruda quiso navegar
“Para escribir los versos
Más tristes esta noche”
Pero sin llorar. 
Te oí de Porfirio tantas languideces
Y todos los miedos
De María Carranza
Que  hoy con el alma
Y en dulce añoranza
 Te digo:
Por enseñarme de ellos
Madre muchas gracias.
Sabes que bendigo 
Tus  bellos regalos:
El  del  vientre albo
Que acunó mi ser
Y  el de tu nobleza
Al permitirme
La vida  leer.
    Jenny Cabrera/Maye


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